sábado, 26 de marzo de 2016


 México en nuestros días.

Puedo ver a un México, desesperado, cansado y marchito. Puedo ver a un México sumido en la desesperanza, en la apatía e incrédulo. Pero este México se ha levantado muchas veces de condiciones inciertas, adversas y tiranas; con el argumento válido e intachable de un orgullo que honra a cada uno de los mexicanos. Ese argumento es nuestro valor cívico que hay en cada uno de nosotros, en nuestro trabajo, en nuestra familia, y en nuestro pensamiento ideológico forjado en años de historia, con enseñanzas de vida de seres que nos dieron patria y libertad, que nos mostraron el camino para sacudirnos las cadenas que enajenan a nuestro país. Yo los invitó a seguir con esta lucha ideológica y prepararse para enfrentar alzando la voz contra gente que creé tener la razón a la sombra del dinero o el poder, que no están conscientes del daño que hacen a nuestra sociedad. Yo los invitó a decir;- ¡ya vasta!



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